El cine del realizador holandés Paul Verhoeven no deja de sorprendernos y esta Benedetta 2021 merece que se la interrogue desde varios lados.
La Benedetta que nos muestra su reciente filme es un personaje profundamente inquietante, inspirada en la investigación sobre la monja Benedetta Carlini realizada por la historiadora inglesa Judith Brown en su libro: Immodest Acts: The Life of A Lesbian Nun in Renaissance Italy. Con dicho material Verhoeven realiza su adaptación al cine, logrando en un notable ejercicio de ambigüedad narrativa que, su enigmática relación con Dios y sus motivaciones políticas, se sostengan entre la verdad y la ficción durante todo el filme.
Si bien Benedetta posee una espiritualidad que parece guiada por un fervor religioso irrestricto a las enseñanzas de Cristo, convive al mismo tiempo con un cuerpo sexuado, habitado por un deseo erótico homosexual que no se reprime, sino que la conducirá a destinos sorprendentes, siempre bajo el designio de su particular interpretación de la voluntad de Dios.El filme la sigue desde su infancia y durante algunos de sus años de madurez, especialmente se centra en el periodo desde que ingresa como una novicia hasta convertirse en una monja teatina en el Convento de la Madre de Dios en el pueblo de Pescia en la Italia renacentista.
Indaga tanto en su particular vocación hacia la fe cristiana como en su intenso despertar sexual teniendo que circular por los intrincados y corruptos circuitos del poder religioso. El filme captura momentos estelares de su trayecto tanto religioso como sexual, donde los milagros religiosos se cruzan con el descubrimiento de los placeres lésbicos con Bartolomea una joven novicia del Convento. Su extraña disposición hacia las visiones místicas, los constantes mensajes de la divinidad y la utilización de los martirios corporales e identificaciones masivas a Cristo, buscan conciliarse con intensas sesiones eróticas donde se devela su viva sexualidad, tal mezcla de elementos en un principio contradictorios para la fe la convierten en un personaje fascinante y profundamente novedoso.
Todo ello ocurrirá bajo un período crítico del catolicismo del S.XVI, el auge de la contrarreforma, las prácticas de la Inquisición y los aun vestigios de la peste negra. Pero ¿qué puede conectar el clásico filme RoboCop (1997) con esta indagación erótica-religiosa de Benedetta (2021), ¿cómo situar a esta monja lesbiana dentro de la serie de personajes femeninos como la seductora escritora de Basic Instinct (1992), la ambiciosa bailarina de Showgirls (1995), o la inesperada reacción ante una brutal violación de la empresaria de video juegos en la extraordinaria Elle (2016)” ? Son preguntas por desarrollar aún.
Pero todo parece indicar que en su cine la representación de la mujer no siempre queda fijada a la condición de víctima, todo lo contrario, todas ellas son personajes que logran, pese a sus condiciones y situaciones adversas, encontrar un saber capaz de revelar los artificios del poder y no se detienen solo en la denuncia, sino que ofician un materialismo del cuerpo y del poder aun por descubrir.